La terapia familiar tiene como objetivo mejorar las relaciones y comunicación de un grupo familiar observando su comportamiento como un todo, como un sistema.
La terapia familiar está especialmente indicada en la resolución de las siguientes situaciones:
- Adicciones de un miembro de la familia
- Proceso de separación de los padres
- Dificultades de comunicación
- Conducta desobediente y violenta en adolescentes
- Rabietas y rivalidades entre hermanos
- Berrinches y rabietas en los niños
- Resolución de conflictos de convivencia
- Desequilibrios en la estructura familiar
- Falta de límites
El terapeuta del Gabinete Europeo de Psicología diagnostica la dinámica familiar por medio del estudio de su comportamiento en una serie de entrevistas. En estas entrevistas interacciona con la familia recabando información mediante preguntas directas y circulares, cerciorándose de que todos los miembros familiares expresan su visión particular del problema. El terapeuta pasa a conocer las diferentes características de la familia:
- Desarrollo de las interacciones y comunicaciones.
- Quién habla primero
- Quién habla mas
- Cuál es el grado de claridad en los mensajes
- Quién quita la palabra a quien…
- Grado de aglutinamiento familiar
- Reglas familiares
- Lealtad familiar
- Mito familiar
- Alianzas, coaliciones y triangulaciones
En la terapia familiar es un miembro el que presenta una serie de síntomas (fracaso escolar, desobediencia… ) pero todos sus miembros lo padecen y todos pueden afectar al cambio. Se evita juzgar tanto a los miembros que no presentan el síntoma como a los que si lo presentan y se trabaja el enfoque positivo analizando cuales son los puntos fuertes de la familia que pueden ayudar a la resolución de la problemática. El terapeuta desafía la visión adquirida del problema aportando una visión mas global y motivando a un cambio en el que todos los miembros se sienten ganadores.
En ocasiones los enfoques erróneos, problemáticos, se producen por la creación inadvertida de una paradoja, en la cual en unos casos se afirma un hecho que es negado a continuación.
Un caso particular de paradoja es la definida por el modelo “No se puede ganar”. Por ejemplo, podría ocurrir que una madre manifestara verbalmente lo mucho que quiere a su hijo. Pero al mismo tiempo la madre podría vivenciar emocionalmente rechazo. En este caso, el mensaje emitido es paradójico: amor-rechazo.
Con la información recopilada acerca del comportamiento de la familia como un todo, sistémica, el terapeuta introduce cambios en la dinámica habitual que conduzca al grupo familiar hacia nuevas estructuras de relación en contraposición con el “más de lo mismo” que estanca el proceso del reequilibrio familiar.